Escoger las prótesis mamarias adecuadas es tan
importante como dar con el mejor cirujano plástico posible para realizarte un
aumento de busto. Si la forma
seleccionada no es la adecuada, el resultado final puede ser totalmente
diferente al que estás esperando y eso te generará muchísimas frustraciones,
así que es mejor desde el comienzo ir por el camino seguro.
Hay diferentes tipos de prótesis mamarias. Una de los más comunes es la redonda, y la
particularidad que tiene esta es que su punto de mayor proyección está en el
centro, lo que hace que el efecto sea más artificial y algo tosco, que es
generalmente lo opuesto a lo que busca cualquier paciente.
Por otra parte, están las prótesis mamarias o
implantes anatómicos, que tienen forma de gota y dan un aspecto sumamente natural a la mama, pues
su mayor volumen se concentra en la parte inferior y el menor volumen en la
parte superior. Lo maravilloso de este tipo es que genera un escote en el que
no se sabe en dónde comienza o termina el implante, esto hace que el efecto sea
mucho más armónico y que los senos parezcan naturales.
Otra de las diferencias en cuanto al resultado de
las prótesis mamarias radica en la posición en la que se coloque el implante. Por ejemplo, si se colocan por encima del músculo
pectoral y debajo de la glándula mamaria, el efecto es más natural y agradable,
que es lo que sucede con el implante de tipo anatómico.