Para muchos la rinoplastia es insignificante, pero a otros les puede dar seguridad en sí mismos.
Testimonio interesante sobre el tema
Siempre tuve un gran complejo con mi nariz, no
era grande ni pequeña. Tampoco tenía un problema funcional, lo que me
incomodaba era la punta redonda y gorda que sobresaltaba considerablemente. Pensé muchas veces en realizarme una cirugía de nariz, pero no me animaba por miedo a que quedara peor o que los
resultados no fueran los esperados.
Me hacía cambios en el cabello, probé con
diferentes peinados y flequillos para disimularla, pero nunca estaba conforme
como lucía. Hasta que un día una amiga me
comentó que se había se realizado una intervención varios
años antes de conocerme y me recomendó solicitar un turno con su cirujano plástico.
Cuando llegué a la entrevista, el profesional
me examinó y preguntó cuáles eran mis traumas estéticos con mi nariz. Una vez que entendió lo que a mí no me
gustaba, me explicó los posibles resultados y como sería el proceso. La información que me brindó me inspiró confianza y decidí operarme.
El día
de la rinoplastia estaba aterrada y nerviosa, pero el personal pudo calmar mi
ansiedad comentándome todos los pasos que se realizarían y me sugirieron que me
enfocara en los beneficios estéticos que tanto deseaba. Que solo me dormiría por un rato y así mismo fue, cuando volví a abrir
mis ojos ya había terminado todo. Sentía un poco de incomodidad, pero estaba
alegre porque todo había salido bien.
Durante el período de recuperación solo tuve
algunas molestias y algo de dolor. Pero era normal y podía soportarlo tranquilamente.
Pasados los días, estaba ansiosa de que me quitaran todo para ver mi nueva
nariz.
Por fin
llegó el día de ver el resultado y mi alegría fue inmensa al
ver que tenía justamente la nariz que había anhelado por tanto tiempo. La forma encajaba perfectamente en mi cara. La
rinoplastia fue un éxito, mi nariz no parece operada. Le dije adiós a los
complejos. Me siento más atractiva y segura. Tengo ganas de salir, viajar y
conocer personas.
Para más información, te recomendamos arreglar una consulta con un especialista con trayectoria que pueda hablarte del tema y disipar tus dudas. Es un tema para meditar y conversar con tus más cercanos para que te acompañen en el proceso de recuperación.